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domingo, 3 de enero de 2021

DOMONGO 3 DE ENERO

 

La manifestación universal del Salvador

AMBIENTACION

La Epifanía es una de las fiestas litúrgicas más antiguas, más aún que la misma Navidad. Comenzó a celebrarse en Oriente en el siglo III y en Occidente se la adoptó en el curso del IV. Epifanía, voz griega que a veces se ha usado como nombre de persona, significa «manifestación», pues el Señor se reveló a los paganos en la persona de los magos.

Tres misterios se han solido celebrar en esta sola fiesta, por ser tradición antiquísima que sucedieron en una misma fecha aunque no en un mismo año; estos acontecimientos salvíficos son la adoración de los magos, el bautismo de Cristo por Juan y el primer milagro que Jesucristo, por intercesión de su madre, realizó en las bodas de Caná y que, como lo señala el evangelista Juan, fue motivo de que los discípulos creyeran en su Maestro como Dios. El objetivo fundamental de esta fiesta es la «epifanía», o sea, la «manifestación» del Mesías como Salvador también a los pueblos paganos.

Isaías  60, 1-6: «La gloria del Señor amanece sobre ti»

Salmo. 72(71): «Que se postren ante él todos los reyes y que todos los pueblos le sirvan»

Efesios 3, 2-3a.5-6: «Ahora ha sido revelado que también los gentiles son coherederos de la promesa»

 San Mateo 2, 1-12: «Vimos su estrella en el Oriente y hemos venido a adorarlo»

Jesús, el «Astro-Mesías» del Oriente

Desde la noche de los tiempos, la contemplación de la estrellas ha fascinado a hombres y mujeres de todas las religiones y culturas. Las estrellas les han hablado de Dios y del destino del ser humano y han leído en el cambiante mapa astral acontecimientos decisivos de la historia; han visto en la aparición de una nueva estrella e! nacimiento de personajes importantes; han asignado a cada pueblo su estrella o constelación. Han soñado, esperado y rezado mirando a las estrelláis.

También la cultura bíblica escudriñó en las estrellas el acontecimiento más importante hacia el que tendía toda la historia de Israel: el nacimiento del Mesías-Rey.

La secta judía de Qumrán había llegado incluso a confeccionar su horóscopo. Cuando el pueblo de Israel entró en Canaán pasó por tierras de Balaq, rey de Moab.

Este rey hizo venir del oriente a un mago, llamado Balaán, para que maldijera a Israel (cfr. Nm. 22, 7.13); pero Dios, por el contrario, lo obligó a bendecirlo (Nm. 23, 20-23) y a anunciar que saldrá un «Astro» de la tribu de Jacob (cfr. Nm. 24, 17«Lo veo, pero no es ahora; lo contempló, pero no será pronto. Avanza la constelación de Jacob y sube el cetro de Israel. triturará la frente de Moab y el cráneo de los hijos de Set»). La traducción de los LXX (siglos III-II a.C.), y luego los Targúmes (o traducciones parafraseadas), de la época de Cristo, interpretan este texto en sentido mesiánico, es decir, que ese «Astro»

(«Constelación de Jacob») es el Mesías. Todo esto se refuerza con los textos proféticos en que el Mesías es anunciado como «Luz» (Is. 42, 6)El profeta astrólogo Balaán contempla en el firmamento cómo «de Jacob avanza una estrella, un cetro surge de Israel» (Nm. 24,17),.

Sobre este horizonte de historia y de leyenda proyecta e! evangelista esta meditación en forma de relato escenificado que contiene ya, en germen, todo lo que nos va a decir a lo largo de su evangelio: Jesús, el «Astro-Mesías» del Oriente, el heredero de las promesas de Israel, pero también de la esperanza de todos los pueblos de la tierra; es el Mesías-Rey e Hijo de Dios, pero se revela en la humilde fragilidad de! niño, hijo de María; su presencia provoca el rechazo de los suyos y la aceptación de los alejados y extranjeros. El Mesías inaugura una Religión abierta a todos los Pueblos (cfr. Sal. 72, 11; Is. 2, 2-3; 45, 14; 60, 1-6.

Dios quiere la salvación de todos

Epifanía es también el mensaje gozoso de la universalidad de la salvación de Dios. Jesús es el Salvador que ha llegado para todos los pueblos de la tierra. Esta es la respuesta de las lecturas de hoy. No sólo para Israel, también para los paganos. No sólo, ahora, para los católicos o los cristianos, también para los demás pueblos y religiones.

En la Epifanía celebramos la manifestación de Jesús a todos los pueblos de la tierra, representados en los magos. Lo anunciaba ya Isaías: «todos los pueblos caminarán a tu luz: todos se reúnen y vienen a ti». El salmo nos ha hecho repetir que «se postrarán ante ti, Señor, todos los reyes de la tierra».

Por eso la fiesta de hoy de alguna manera se puede decir que es la fiesta de la Iglesia misionera.

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