22 DE ABRIL- CUARTA SEMANA DE PASCUA
EVANGELIO
Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida.
Del Evangelio según san Juan 14, 1-6
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “No pierdan la paz. Si creen en Dios, crean también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas habitaciones. Si no fuera así, yo se lo habría dicho a ustedes, porque voy a prepararles un lugar. Cuando me vaya y les prepare un sitio, volveré y los llevaré conmigo, para que donde yo esté, estén también ustedes. Y ya saben el camino para llegar al lugar a donde voy”
Entonces Tomás le dijo: “Señor, no sabemos a dónde vas, ¿cómo podemos saber el camino?”. Jesús le respondió: “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre si no es por mí”.
Palabra del Señor.Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida.
Del Evangelio según san Juan 14, 1-6
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “No pierdan la paz. Si creen en Dios, crean también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas habitaciones. Si no fuera así, yo se lo habría dicho a ustedes, porque voy a prepararles un lugar. Cuando me vaya y les prepare un sitio, volveré y los llevaré conmigo, para que donde yo esté, estén también ustedes. Y ya saben el camino para llegar al lugar a donde voy”
Entonces Tomás le dijo: “Señor, no sabemos a dónde vas, ¿cómo podemos saber el camino?”. Jesús le respondió: “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre si no es por mí”.
JESÚS ES EL CAMINO, LA VERDAD Y LA VIDA
Verdad: La primera lectura continúa presentando el discurso de Pablo en la sinagoga de Antioquía de Pisidia, donde está demostrando, a partir de las Escrituras, que Jesús es el Señor y Mesías. El énfasis recae hoy en la interpretación de los acontecimientos pascuales de pasión, muerte y resurrección de Jesús, como la muestra más evidente del cumplimiento de las promesas y anuncios mesiánicos hechos por Dios a través de los profetas en el Antiguo Testamento. Dicha resurrección se ha vuelto el centro y culmen de la historia de la salvación.
En el contexto de los discursos de despedida durante la Última Cena, Jesús se presenta a sí mismo como el Camino, la Verdad y la Vida de la humanidad. La profundidad de esta revelación coincide, desde otra perspectiva, con la enseñanza tradicional acerca de Cristo considerado Pastor o Rey, Profeta y Sacerdote. Para la inteligencia humana en búsqueda de lo absoluto, Cristo es la Verdad; para la voluntad humana, que debe ser orientada, Cristo es el Camino; y para el corazón humano, deseoso de plenitud y amor, Cristo es la Vida.
Camino: ¿He llegado a descubrir en la muerte y resurrección de Cristo la más grande prueba de amor y fidelidad de Dios hacia la humanidad?
Vida: Jesús Maestro: que eres el Camino, la Verdad y la Vida, permítenos recibirte por la fe y encontrar en ti la plenitud y el sentido de nuestras vidas. Amén.
Verdad: La primera lectura continúa presentando el discurso de Pablo en la sinagoga de Antioquía de Pisidia, donde está demostrando, a partir de las Escrituras, que Jesús es el Señor y Mesías. El énfasis recae hoy en la interpretación de los acontecimientos pascuales de pasión, muerte y resurrección de Jesús, como la muestra más evidente del cumplimiento de las promesas y anuncios mesiánicos hechos por Dios a través de los profetas en el Antiguo Testamento. Dicha resurrección se ha vuelto el centro y culmen de la historia de la salvación.
En el contexto de los discursos de despedida durante la Última Cena, Jesús se presenta a sí mismo como el Camino, la Verdad y la Vida de la humanidad. La profundidad de esta revelación coincide, desde otra perspectiva, con la enseñanza tradicional acerca de Cristo considerado Pastor o Rey, Profeta y Sacerdote. Para la inteligencia humana en búsqueda de lo absoluto, Cristo es la Verdad; para la voluntad humana, que debe ser orientada, Cristo es el Camino; y para el corazón humano, deseoso de plenitud y amor, Cristo es la Vida.
Camino: ¿He llegado a descubrir en la muerte y resurrección de Cristo la más grande prueba de amor y fidelidad de Dios hacia la humanidad?
Vida: Jesús Maestro: que eres el Camino, la Verdad y la Vida, permítenos recibirte por la fe y encontrar en ti la plenitud y el sentido de nuestras vidas. Amén.
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