SABADO 9 DE ABRIL SEGUNDA SEMANA DE PASCUA
EVANGELIO
Vieron a Jesús caminando sobre las aguas.
Del Evangelio según san Juan 6, 16-21
Al atardecer del día de la multiplicación de los panes, los discípulos de Jesús bajaron al lago, se embarcaron y empezaron a atravesar hacia Cafarnaúm. Ya había caído la noche y Jesús todavía no los había alcanzado. Soplaba un viento fuerte y las aguas del lago se iban encrespando.
Cuando habían avanzado unos cinco o seis kilómetros, vieron a Jesús caminando sobre las aguas, acercándose a la barca, y se asustaron.
Pero Él les dijo: “Soy yo, no tengan miedo”. Ellos quisieron recogerlo a bordo, pero enseguida la barca tocó tierra en el lugar a dónde se dirigían.
Palabra del Señor.Vieron a Jesús caminando sobre las aguas.
Del Evangelio según san Juan 6, 16-21
Al atardecer del día de la multiplicación de los panes, los discípulos de Jesús bajaron al lago, se embarcaron y empezaron a atravesar hacia Cafarnaúm. Ya había caído la noche y Jesús todavía no los había alcanzado. Soplaba un viento fuerte y las aguas del lago se iban encrespando.
Cuando habían avanzado unos cinco o seis kilómetros, vieron a Jesús caminando sobre las aguas, acercándose a la barca, y se asustaron.
Pero Él les dijo: “Soy yo, no tengan miedo”. Ellos quisieron recogerlo a bordo, pero enseguida la barca tocó tierra en el lugar a dónde se dirigían.
JESÚS NOS DA LA PAZ EN MEDIO DE LAS TORMENTAS DE LA VIDA
Verdad: Los conflictos y problemas de convivencia dentro de la comunidad no son motivo de escándalo ni desánimo, son oportunidades para que crezcan y maduren la fe y la caridad de los creyentes. Gracias a esta tensión que se presentó en la comunidad cristiana primitiva, según el relato de los Hechos de los Apóstoles, la Iglesia encontró en la institución del diaconado, no sólo una solución para el momento, sino una riqueza para el servicio y la atención de las necesidades de los hermanos más necesitados de todos los tiempos.
Después del signo de la multiplicación de los panes, Jesús realiza otro signo: camina sobre el agua. En el lenguaje bíblico, las aguas eran signo de las realidades hostiles y amenazantes, que ponen en peligro la vida humana, pues representaban la habitación de peligrosas bestias marinas. La caminata sobre el agua significa el poder y señorío del Señor Jesús sobre el mundo y sobre la historia, incluidas las fuerzas del mal que ponen en riesgo la vida humana, por eso su presencia infunde paz y seguridad a sus discípulos en medio de las tormentas de la existencia.
Camino: ¿Con qué actitudes asumo y trato de solucionar los conflictos o tensiones en mi familia, en mi comunidad, en mis ambientes de trabajo o de convivencia?
Vida: Señor Jesús: que eres el Señor y soberano de todas las cosas, infúndenos paz y serenidad, especialmente en los momentos de crisis y dificultad. Amén.
Verdad: Los conflictos y problemas de convivencia dentro de la comunidad no son motivo de escándalo ni desánimo, son oportunidades para que crezcan y maduren la fe y la caridad de los creyentes. Gracias a esta tensión que se presentó en la comunidad cristiana primitiva, según el relato de los Hechos de los Apóstoles, la Iglesia encontró en la institución del diaconado, no sólo una solución para el momento, sino una riqueza para el servicio y la atención de las necesidades de los hermanos más necesitados de todos los tiempos.
Después del signo de la multiplicación de los panes, Jesús realiza otro signo: camina sobre el agua. En el lenguaje bíblico, las aguas eran signo de las realidades hostiles y amenazantes, que ponen en peligro la vida humana, pues representaban la habitación de peligrosas bestias marinas. La caminata sobre el agua significa el poder y señorío del Señor Jesús sobre el mundo y sobre la historia, incluidas las fuerzas del mal que ponen en riesgo la vida humana, por eso su presencia infunde paz y seguridad a sus discípulos en medio de las tormentas de la existencia.
Camino: ¿Con qué actitudes asumo y trato de solucionar los conflictos o tensiones en mi familia, en mi comunidad, en mis ambientes de trabajo o de convivencia?
Vida: Señor Jesús: que eres el Señor y soberano de todas las cosas, infúndenos paz y serenidad, especialmente en los momentos de crisis y dificultad. Amén.
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