JUEVES 7 DE ABRIL DE LA SEGUNDA SEMANA DE PASCUA
SAN JUAN BAUTISTA DE LA SALLE - FUNDADOR
Del Evangelio según san Juan 3, 31-36
El que viene de lo alto está por encima de todos; pero el que viene de la tierra pertenece a la tierra y habla de las cosas de la tierra. El que viene del cielo está por encima de todos. Da testimonio de lo que ha visto y oído, pero nadie acepta su testimonio. El que acepta su testimonio certifica que Dios es veraz. Aquel a quien Dios envió habla las palabras de Dios, porque Dios le ha concedido sin medida su Espíritu.
El Padre ama a su Hijo y todo lo ha puesto en sus manos. El que cree en el Hijo tiene vida eterna. Pero el que es rebelde al Hijo no verá la vida, porque la cólera divina perdura en contra de él.
Palabra del Señor.
El Padre ama a su Hijo y todo lo ha puesto en sus manos. El que cree en el Hijo tiene vida eterna. Pero el que es rebelde al Hijo no verá la vida, porque la cólera divina perdura en contra de él.
Palabra del Señor.
CREER EN EL HIJO PARA TENER VIDA ETERNA
Verdad: Mientras son juzgados por el Sanedrín, los apóstoles encuentran la oportunidad para anunciar con valentía la verdad de la Resurrección del Señor Jesús, y advierten claramente, a riesgo de su propia vida, que están dispuestos a obedecer primero a Dios que a las órdenes humanas. Esta actitud nos llena de entusiasmo y valentía, para ser también nosotros hoy testigos de Cristo Resucitado, sin importar las persecuciones o rechazos que tengamos que afrontar, seguros de obedecer al proyecto de Dios antes que otros intereses mezquinos.
En la parte del discurso de Jesús que nos reporta hoy el Evangelio de Juan, se expresa claramente el origen divino de Jesús y de su misión redentora: en efecto, Él es Aquel que ha venido del cielo, ungido con la fuerza del Espíritu, para dar testimonio del Padre y conducir a todos los que lo acepten a la obediencia de la fe, para alcanzar salvación y vida eterna. A nosotros nos queda el doble compromiso de creer en Él, y de llegar a ser sus testigos para que todos los que lo conozcan y acepten, encuentren en Él el camino de la salvación.
Camino: ¿Estamos dispuestos a obedecer primero a Dios, antes que a nuestros propios proyectos o caprichos? ¿Cómo demuestro que creo realmente de Jesús?
Vida: Señor Jesús: que has venido del cielo, colmado del Espíritu, a dar testimonio del Padre Dios, ayúdanos a aceptar tu testimonio para tener vida eterna. Amén.
Verdad: Mientras son juzgados por el Sanedrín, los apóstoles encuentran la oportunidad para anunciar con valentía la verdad de la Resurrección del Señor Jesús, y advierten claramente, a riesgo de su propia vida, que están dispuestos a obedecer primero a Dios que a las órdenes humanas. Esta actitud nos llena de entusiasmo y valentía, para ser también nosotros hoy testigos de Cristo Resucitado, sin importar las persecuciones o rechazos que tengamos que afrontar, seguros de obedecer al proyecto de Dios antes que otros intereses mezquinos.
En la parte del discurso de Jesús que nos reporta hoy el Evangelio de Juan, se expresa claramente el origen divino de Jesús y de su misión redentora: en efecto, Él es Aquel que ha venido del cielo, ungido con la fuerza del Espíritu, para dar testimonio del Padre y conducir a todos los que lo acepten a la obediencia de la fe, para alcanzar salvación y vida eterna. A nosotros nos queda el doble compromiso de creer en Él, y de llegar a ser sus testigos para que todos los que lo conozcan y acepten, encuentren en Él el camino de la salvación.
Camino: ¿Estamos dispuestos a obedecer primero a Dios, antes que a nuestros propios proyectos o caprichos? ¿Cómo demuestro que creo realmente de Jesús?
Vida: Señor Jesús: que has venido del cielo, colmado del Espíritu, a dar testimonio del Padre Dios, ayúdanos a aceptar tu testimonio para tener vida eterna. Amén.
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